La Salsa De Hoi

    El término salsa se usa para referirse a varios ritmos, principalmente caribeños, populares en muchas naciones latinoamericanas. No está claro quién y por qué le dio este nombre a este género musical; pero en todo caso es apropiado, ya que se refiere, precisamente, a la “mezcla” de ritmos y sonidos musicales. La salsa es un baile de pareja bailado con las notas del género musical del mismo nombre, y tiene movimientos y reglas codificadas. Hay varias escuelas, estilos y técnicas; sin embargo las principales son la salsa cubana y la salsa puertorriqueña, que a su vez se pueden dividir en otras subcategorías (como NY Style). Las innovaciones más recientes en el género incluyen híbridos como mereng-house y salsa-merengue, junto con salsa gorda. Generalmente, lo que atrae al principiante y lo anima a aprender este baile es el ambiente de alegría y alegría que se percibe en la mayoría de las canciones.

    Uno de los elementos clave de este baile es la pausa (también llamada tiempo, suspensión o parada) en el cuarto tiempo del ritmo: durante la ejecución de los pasos, por cada tres “pasos” bailados hay uno no bailado. Esta característica sufre variaciones y evoluciones según la escuela y el gusto de los bailarines.

    Aunque existen secuencias de movimientos predefinidas, denominadas figuras o coreografías, la concatenación de estas entre sí se basa en la improvisación; Por tanto, depende de la imaginación de los bailarines construir los distintos pasos de danza a lo largo del arco de la pieza.

    La posición inicial del baile es un abrazo frontal asimétrico en el que el hombre coloca su mano derecha sobre el omóplato izquierdo de su bailarina y toma su mano con la mano izquierda. Esta posición se llama par cerrado. Pero generalmente se abandona casi de inmediato, durante el baile, para dejar espacio a la posición de pareja abierta, que es el verdadero punto de partida de las distintas figuras.

    Este baile está sujeto a la convención, común a otros bailes también, que quiere que el hombre dirija y la mujer siga. Básicamente, el hombre, por medio del lenguaje corporal, comunica los distintos movimientos a la mujer, haciendo malabarismos apropiados con las distintas presiones con la mano derecha sobre la espalda de la mujer, o levantando y bajando los brazos e impartiendo movimientos de rotación.